Esta entrada del blog lo haré a manera de síntesis de un capítulo del libro #Theemith de #MichaelGerber.
Cap. 6: Madurez y perspectiva empresarial
Es la perspectiva la que marca la diferencia. Es la "Perspectiva emprendedora"
Las empresas más importantes quedan modeladas en virtud de una imagen, de una idea, de un modelo de empresa que funciona; la perspectiva emprendedora no es el trabajo en sí mismo lo importante, sino el negocio: cómo es, cómo actúa, qué hace para conseguir sus objetivos.
La gran mayoría de emprendedores, ciertamente carecemos de un modelo de referencia que funcione. Solemos trabajar bajo una perspectiva técnica que difiere de la perspectiva emprendedora en los siguientes aspectos:
Perspectiva emprendedora (P.E.): ¿Cómo debe funcionar la empresa?; Perspectiva técnica (P.T.): ¿Qué debe realizarse del trabajo?
P.E.: Ve el negocio como un sistema para producir resultados relevantes, que eventualmente se traducen en beneficios. P.T.: Un lugar donde las personas trabajan para producir resultados internos en forma de ingresos.
P.E.: Inicia el caminar con una imagen bien definida del futuro, después volver al presente con la intención de adaptarlo a su visión. P.T.: Inicia en el presente y ve al futuro con la esperanza de mantenerlo tal cual es el presente.
P.E.: Ve el negocio en toda su integridad. P.T.: Ve el negocio a partir de sus partes, desde las cuales intenta construir un todo.
P.E.: Tiene una visión integrada del mundo. P.T.: Tiene una visión fragmentada del mismo mundo.
P.E.: El mundo actual queda modelado en función de su visión. P.T.: El futuro de modela según el mismo mundo de hoy.
La perspectiva emprendedora adopta una escala más amplia y expansiva. Entiende el negocio como una red de componentes similares e integrados, en la cual estos componentes contribuye en elaborar un modelo más fuerte y se unen para producir un resultado específicamente planificado, una forma sistemática de hacer las cosas.
El negocio funciona de acuerdo a reglas y une principios articulados; tiene una forma clara, previsible y reconocible. Lo más importante es que los resultados pueden ser mesurables, si no cuantitativos al menos cualitativos generando una base a partir de la cual podemos mejorar.
Tomando la perspectiva emprendedora como punto de partida para un modelo de negocio, podemos afirmar que es
Uno que satisfaga, de forma innovadora, las necesidades que se han captado en un segmento específico de clientes.
Este modelo contemplará al negocio como si del producto se tratase.
Tiene que ver menos con lo que se hace y más con el cómo se hace. Lo importante no es el fondo sino la forma. La principal interrogante del modelo será: ¿Dónde está la oportunidad? Y responderá a su misma pregunta con; Una solución adaptada a lo que el cliente desea ver y hacer, no a los deseos del emprendedor. Por tanto concluimos que sin una imagen clara del cliente, no puede haber éxito en el negocio.
Basándonos en que un modelo técnico sería completamente opuesto al modelo emprendedor, donde lo que se ofrece al cliente es un producto terminado y la forma, servicio o método empleado para cubrir sus necesidades, llegamos a la conclusión del capítulo:
Debemos ofrecerle a nuestro emprendedor la información necesaria para crecer más allá de los límites de la propia zona de confort del técnico, de manera que se genere una visión del negocio que pueda funcionar.
Darle al emprendedor un modelo interesante que estimule la personalidad emprendedora y que encienda nuestra imaginación e inventiva.
Al hacer esto debemos incluir en el mismo modelo lo que el directivo también ha de asumir y propiciar el florecimiento de esta personalidad.
Para que el modelo que se pretende construir funcione, debe estar en equilibrio con el emprendedor, el directivo y el técnico.
Revisaremos lo que el autor del libro llama: La Revolución Clave.
Comments